jueves, 8 de noviembre de 2007

De Holy a Holly

Holy Golightly ("Desayuno con Diamantes") los llamaba "días rojos". Luz Casal, "días marrones". Mi compa Miguel M. (hoy elevado a los altares del diseño gráfico con un par de germinales) "esos días en que te molaría ser jardinero del Ayuntamiento y no calentarte la cabeza". Y yo los llamo "días de la nube negra", los conocen ¿verdad?, esos días en que parece que tienes sobre ti una nube oscura que te agobia y no te deja respirar, como si te rodeara un aire mefítico (tenía unas ganas de colocar esa palabra desde que la aprendí que ni les cuento) y en los que lloras hasta con el hilo musical de El Corte Inglés mientras haces cola en la caja. Peor que en el Mercadona en Navidad escuchando "El Tamborilero". Y no pasa nada especial, es un día igual que ayer y, casi seguro, que mañana. Un momento: ahora que lo pienso, a lo mejor es por eso. Sí, es muy probable.
El caso es que en esos días hay que alejarse de casi todo, especialmente de las canciones de amor macarras. Porque no sé si se han dado cuenta, pero cuando uno está así cuanto más cutre es la canción, más se llora; esta proporcionalidad directa alcanza su cota máxima cuando la canción es de Alejandro Sanz, al que odio entrañablemente (es decir, con las entrañas) y del que no tengo un solo disco, pero que en esos días aparece en cualquier lugar como si de un niño de "El Orfanato" se tratara: pones la tele y "mi soledad y yooooooooooo", pones la radio y la cancioncica del accidente y ¡hala, otra jartá de llorar!. En fin, un desastre. También es un día horrible para el rimmel.
Y, por supuesto, prohibidos los informativos, porque la visión de cualquiera de los desastres que ocurren diariamente ya es la debacle emocional. Así que me aíslo en un mundo de Tomates y Semanas, donde la mayor desgracia es la separación de Genoveva y Cayetano (no me resisto más, reproduzco textualmente: "Genoveva está abriéndose paso en un camino no exento de dificultades para una mujer joven, que asume en solitario el día a día y los cuidados de sus hijos de corta edad"). Supongo que el hecho de que pida 15.000 € mensuales de manutención y la casa de Somosaguas contribuirá a allanar ligeramente ese camino difícil y tortuoso, pero claro, deduzco que es un ataque de clasismo invertido lo que me impide solidarizarme con esta pobre mujer. Yo me identifico más con los caballos de Cayetano, que lo tienen que aguantar (literalmente) todos los días.
En fin, lo único bueno de esos momentos es que sabes que se acaban. Pero de vez en cuando hay una sorpresa justo cuando piensas que no puede ir peor : de noche y en perfecta comunión con el sofá hago zapping a 40TV y me encuentro con "Buddy Holly" de los Weezer y todo vuelve a encajar como las piezas de un puzzle sideral, que diría Wyoming. Y me voy a la cocina a prepararme un bocadillo de tortilla a la francesa (con tomatico restregao, claro) cantando a grito pelao. Y me sienta fenomenal el bocadillo. Y ya aguanto hasta el final del capítulo 200 de "Hospital Central", incluido el vomitivo texto del cierre que acompaña a unas imágenes igualmente estomagantes. Y el texto me parece vomitivo de verdad (porque lo es, ya saben, del tipo "cada día es una crisálida" y tal) cuándo sólo media hora antes hubiera llorado con él más que con la muerte de Chanquete. Y Ángela Channing vuelve a ser mi referente vital. Y esta es la historia de cómo pasar de una Holy -Golightly- deprimida a un Holly -Buddy- estupendo con sólo una canción. Pues eso, que aquí les dejo a los Weezer para que los utilicen en caso de emergencia, que compartir es vivir. De nada. http://www.youtube.com/watch?v=FiIC5qcXeNU

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Qué te pasa hija mia? Te voy a mandar un taper con pelotas y unas croqueticas pa ver si espabilas el ánimo aunque no sé si animarte,cuanto más depre mejor lo haces,besos

robertoduque dijo...

Ostia, el comentario sobre las canciones de Alejandro Sanz es atinadísimo, son deprimentes.
Recuerdo yo uno de mis grandes pelotazos, acodado sobre la barra de "la catedral", y un grupito de rubias pijas, de esas que mean colonia, abrazadas cantando como locas las canciones del tío ese. Y yo como una cuba, con un mal de amores que te cagas,mirándolas como un puto condenado en el infierno contemplaría a las huríes.
En fin, un jodido mal día. Te aconsejo que para combatirlo no te enfollones pues yo terminé tirado en un portal de "la morería".¿Y yo, por qué diablos escribo este comentario, será por la pasta que me das por escribirlos? Jo, la del anonimo se ha puesto a hablar de pelotas y croqueticas y me ha entrao un hambre que me comería a Pavía.Y a la Genoveva.

Anónimo dijo...

Desde el inframundo te recomendamos que sigas restregando tomates por el panecico tostao, ya que otra cosa lo que es restregar por tu condicion ya pasaron esos dias. Asi que dedicate de lleno a las corqueticas de tu mare putativa y que te arrope en uno de los dias que pase por casa.
Por lo demas bien, me voy a montar con Cayetano uno de sus caballicos y a comentar lo poco que aprendio nunca a tener dinero.