miércoles, 16 de junio de 2010

Explota, explota me, explo...

... explota, explota mi corazón. Y como Raffaella sintió que le iba a explotar, empezó a tomar Danacol para ridurre il colesterolo. Aquí lo anuncia Manolo Escobar, mientras que Jorge Javier le da al Kaiku Benecol. Y mi marido toma Huesitos, que eso sí que va bien para el colesterol: te lo pone a 1.000.

Servidora tiene los niveles de colesterolo estupendamente (los que llevo fatal son los de celulitis), pero si Raffaella me dice que tome Danacol, pues me lo tomo, que yo hago caso a todo lo que dice Raffaella; de hecho, para hacer bien el amor siempre me voy al Sur. Adoro a Raffaella, aunque por mi parte ha sido un amor maduro, ya que he tenido que luchar durante años contra el odio por las rubias que mi madre se ocupó de transmitirme: en el Pleistoceno Raffaella actuó en el Polideportivo de Islas Menores, el Florida Park del Mar Menor, y mi madre, transmutada en crítica musical, dijo que lo único que hacía era "pienna p'rriba, pienna p'bajo, cabeza p'lante, cabeza p'tras. ¡Y encima canta en play back!". También ponía a caldo a María Jiménez ("¡qué basta que es la tía!", decía, y eso que no llegó a ver sus imágenes en el Rocío) y, por supuesto, a Bárbara Rey y a sus fotocopias: a mitad de los 70 fueron a un espectáculo de revista (obligados por unos amigos, claro, porque al lado de mis padres los Alcántara eran el colmo de la progresía social y del libertinaje) donde un imitador de Bárbara Rey, que llevaba un vestido con dos agujeros enseñando el culo, se sentó sinuoso sobre las rodillas de mi padre. Mi madre, en pleno arranque racial, le apagó un More 120 mentolado en el cachete derecho. "¡Ay, señora, que me está quemando mi herramienta de trabajo!", se quejó. Podía haber sido peor: si mi madre se llega a fumar un Partagás a lo Saritísima, entonces sí que le arruina la herramienta de verdad.

Y claro, con una infancia marcada por el odio hacia las rubias (y por un snobismo adolescente que me hacía aborrecer cualquier cosa divertido-comercial), no podía querer a Raffaella. Hasta que hace unos años me acepté como morena y consumidora de hits e hice las paces con las rubias, especialmente con las teñidas: su lucha implacable contra las raíces me enternece. Y ahí Raffaella es lo más de lo más: no sólo es esclava del tinte y de la plancha, sino que es la reivindicación permanente de la sonrisa, la pienna levantá, la lentejuela, el lamé dorado, el verano. Y además es italiana, y eso ya son muchos puntos: Celentano, Mina, Paolo Conte, Carosone... en italiano todo suena mejor. Para colmo estoy leyendo una cosa deliciosa de Enric González titulada "Historias de Roma" y estoy que me hago un capuccino encima. Aunque me pregunto si el hecho de que Raffaella, encarnación bailonga de Italia, tenga las arterias chuchurrías, no será una metáfora de la situación actual del país. ¿Será Berlusconi el colestorolo de tutta l'Italia?

Ahora bien, no confundan mi tendencia adquirida de descuajeringarme la cabeza cuando suena "Rumore" con una pasión natural por todo lo bailongo. No, la discografía de la Carrà es la única que admito como fin de fiesta: ni Georgie Dann, al que mi amiga C. encuentra ¡sumamente atractivo! (evidentemente no voy a dar el nombre de C., porque esto es aún más grave que dar los nombres de las que estuvieron en el famoso book de María de Mora: se puede perdonar ser una putiférica, pero que te ponga Georgie Dann, no), ni reggaeton, ni sevillanas, ni salsa. Eso déjenselo a Lydia y a su baile chuminero.

P.D.: En mi anterior post no comenté un hecho que me llenó de inquietud: al bajar de darle un abrazo al Santo en la Catedral de Santiago de Compostela, me encontré con dos pantallas enormes donde aparecían unas velas virtuales. Debajo ponía: SI QUIERES ENCENDER UNA VELA, ENVÍA MIVELA SANTIAGO01 AL 25000. Y claro, si la modernización de la Iglesia reside en que Jordi González me va a llamar el sábado por la noche regalándome una indulgencia plenaria, apaga (la vela) y vámonos. Me hago protestanta.

12 comentarios:

Carmona Dixit dijo...

Yo no sé en qué pensaban los míos (mis padres), ya que no sólo iban a las revistas, sino que llevaban a sus cuatro retoños con ellos. Recuerdo el garito en Benidorm, que a principios de los ochenta sería una sala de fiestas pero, en el caso de que aún siga en pie, apostaría a que subsiste como puticlub.

"Hasta que hace unos años me acepté como morena y consumidora de hits e hice las paces con las rubias, especialmente con las teñidas: su lucha implacable contra las raíces me enternece."

Es usted la maldad (de la buena, si eso es posible) personificada, doña Palo. Me meo toa.

Tengo curiosidad: ¿qué canción de Georgie Dann estaría encantada de pinchar su amiga C. como final de fiesta antes de que la maniaten y la escondan en la bodega?

Raffaella Rules desde que mi abuelo mandó a tomar por culo a mi tío porque éste se descojonó cuando le contestó al teléfono diciendo "Hola, Raffaella".

Si no veo con mis propios ojos mivela.com, me costaría más creerlo.

Rosa Palo dijo...

Carmona, el Defensor del Menor le va a quitar la custodia a sus padres con carácter retroactivo. Y por lo que respecta a C., creo que lo que quieres es pincharse a Georgie Dann, no pinchar un tema suyo. Hay gente pa tó.

Farmasubstance dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=JGqKpRZe

Pues,Querida Rosa, yo creo que lo de Rafaela es peluca. Es imposible que el pelo natural aguante siglos y siglos de decoloración y tinte. La canción "Explota, explota me, explo..." podría relatar las expeiencias personales de Rafaela con el amoniaco, no olvidemos que uno de los principales síntomas de intoxicación por esta sustancia tan utilizada en peluquerías es el dolor torácico intenso y opresión en el pecho.

Rosa Palo dijo...

Estimado/a Famasubstance: Si Raffaella lleva peluca o no y cómo no se le cae con esos movimientos cabeciles es un misterio digno de Iker Jiménez, aunque no dudo que la Carrà forme parte de la lista de las italianas con peluca pegada, como la Lollo y la Loren. Con respecto al moniaco no sé qué decirle, porque servidora nunca se ha teñido, pero esa intoxicación de la que usted habla explicaría muchas cosas.

Por cierto, creo que no ha salido bien el enlace a youtube.

Hong Kong Blues dijo...

Adorada Palo: con este post le van a dar la medalla al escrito más despatarrante (en todas sus acepciones)a la par que ingenioso.
¡Qué brío! ¡Qué garbo!
Yo ADORO a l@s RUBI@S. Es más, hubiera deseado serlo (natural, porque artificial ya lo he sido). Siempre he pensado que la vida, de rubi@, se vive mejor. Lo mismo que el amor en el sur.
Convencido estoy de que Raffaella también la adoraría a usted.
A mí, por cierto, ella me gusta mucho, pero usted más. Imprescindibles ambas.
Las anécdotas de su juventud y su libertina familia, MAGNAS.
Besos enormes.

Farmasubstance dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=JGqKpRZezrk

Este si es. Perdone Ud. pero es que los finales de farmacia me traen de cabeza y Ud. me los hace mucho más llevaderos. Totalmente de acuerdo con Hong Kong Blues. "¡Qué brío! ¡Qué garbo!

Hong Kong Bklues dijo...

Queridos contertulios, me siento en la obligación de hacer una importante aclaración. Pues poseo una información que arrojará luz (o rubicundez, o amoniaco) al asunto.
Raffaella no usa peluca. Y sí, es un misterio la de tintes que ha llegado a tolerar su melena. O que siga pareciendo "sedosa".
Ella misma reconoció estar muy orgullosa de tener un pelo negro que soportase tan bien el ser teñido. Claro que ahora, negro-negro, lo que se dice negro, no creo que le quede más que las pestañas.
Un fuerte abrazo.

P.D. algún día les contaré la fiesta a la que fui en Madrid junto a Raffaella y Alaska (quien sí usó peluca -lila-) y en la que una Drag Queen me quemó mi camiseta recién estrenada...

Rosa Palo dijo...

Completamente de acuerdo con usted, Mr. Kong: de rubia se vive mejor. Pero mi familia no era libertina (ojalá!), solamente disfuncional. Y gracias por la aclaración con respecto a la melena de Raffaella: a lo mejor la Raffaella actual es un clon de la original, y han manipulado sus genes para que sea rubia natural, mientras que la auténtica reposa en Porto Cervo con su pelo moreno y rizado al viento, liberado al fin. Eso también explicaría que a su provecta edad siga moviéndose como se mueve la tía.

Y, por favor, por favor, cuente lo de su encuentro con la Carrà, ALaska y el Drag Queen pirómano (puede que sea el mismo al que quemó el culo mi madre y ahora vague de fiesta en fiesta, hijo del trauma, quemando todo lo que se menea).

Rosa Palo dijo...

Farmasubstance, buena suerte con sus exámenes. Espero que le caiga el tema "Decoloración del pelo y sus consecuencias: fármacos para la alopecia", porque veo que va muy bien preparado. Y gracias por sus amables comentarios.

Anónimo dijo...

Es un lío eso de ser rubia o morena,con mechas no se que soy.
A la Carrá siempre la encontraba gorda y con barriga, ¡claro!en aquellos tiempos la nena pesaba 48kg,después de tener a mi hijo encontraba delgada hasta a mi madre.
He estado de paseo unos días por eso vengo tarde, pero ya sabes que soy super fiel y me encanta venir a verte.
Besos

Rosa Palo dijo...

Daebi, espero que su paseo le haya sentado bien. Yo también la sigo a usted aunque no le deje muchos comentarios. Un besico.

INF - PRIM dijo...

Buenísimo. Hacía tiempo que no me reía tanto leyendo. Yo también me meo toa, como Carmona.

Cierto, el mítico Polideportivo de Islas Menores albergó numerosas estrellas (la Rock-Ola del Mar Menor pero tipo "padre"). Pena que yo no era mayor de edad entonces.

Besos, Rosapalo. Magnífico blog.

P.D: Personalmente, prefiero "Cinque, tre, cinque, tre, quattro, cinque, tre..." nananá, nanananá.