miércoles, 29 de febrero de 2012

Retorno al pasado

PUBLICADO EN LA VERDAD EL 28 DE FEBRERO DE 2012

“ECONOMATO”. Voy por la calle y me encuentro un cartel que dice “PRÓXIMA APERTURA: ECONOMATO”. La palabra me pega un ¡ZAS! en toda la boca. Es leerla y retroceder 30 años. Pero ¿no habíamos pasado del mercado al súper y después al híper? ¿No iba subiendo nuestro nivel adquisitivo con cada prefijo de aumento? Pues si era así, se acabó: volvemos al economato (otro ¡ZAS!, ya no lo digo más, que tengo los morros como Carmen de Mairena), a los cigarrillos de liar, a hacer la compra con carrito. Fin de la liberación que supone organizar los cumpleaños en el burguer (¡que recoja Ronald McDonald!); celebración casera con sándwiches de Nocilla para los críos y michirones para los padres, y la casa que se te queda como si hubieras invitado a Atila a merendar. Los gin tonics de Hendrick’s pasan a mejor vida: el regreso de la ginebra Lirios está al caer. ¿Y se va a gastar usted los pocos cuartos que le quedan en un gimnasio? A correr, que es gratis y la calle es de todos (bueno, últimamente parece que no, pero ese es otro tema). Y ya, como señal inequívoca de esta escala de crisis, perdón, de grises en la que vivimos, arrasa en los Oscar “The Artist”, una película muda en blanco y negro. Madre mía, cuando vuelva “Cuéntame” va a ir hacia atrás. Pero no se preocupen, que todo tiene su lado positivo: el año que viene mandamos a Massiel a Eurovisión y “Volver a empezar” a los Oscar, y nos aseguramos el triunfo. Que se chinchen los franceses.

Como soy de natural estoica puedo aguantar todo esto sin despeinarme, pero hay algo que ha hecho que mi cabeza parezca la de Tita Cervera en un día de viento: acabo de leer un artículo sobre la posible vuelta de Mecano. ¡Ay, Dalai! Javier Adrados, promotor discográfico, considera que Mecano nos debe una gira. Qué va, Javier. A mí no me deben nada, de verdad te lo digo. Que si vuelve Mecano me hago yo solica la cruz de navajas en el pecho. Que el 7 de septiembre no es nuestro aniversario, que aún no he entendido qué significa “magdalenas de sexo convexo” y que nunca me colé en ninguna fiesta. Que si le vuelvo a ver el torso a Nacho Cano me voy a Islandia. Que quiero un regreso al futuro, no un retorno al pasado. Por favor.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La piel que habito

PUBLICADO EL 21 DE FEBRERO DE 2012 EN LA VERDAD

Como hoy es el último día de Carnaval he ido a buscar un disfraz de Rosa Belmonte o de Elvira Lindo para sentarme a escribir esta columna y que me saliera algo en condiciones, pero en los chinos me han dicho que no, que de columnista no hay. De Elena Anaya recogiendo el Goya tampoco tienen. Pregunto por uno de Carlota Casiraghi, que puestos a habitar otra piel yo quiero la de una veinteañera millonaria que se baja del caballo para subirse al yate, y del yate se baja para subirse al avión (¿tocarán alguna vez los Louboutin de Carlota el suelo?). Nada. “Sólo me quedan disflaces de enfelmela y de Malujita Díaz” me ha dicho el dependiente. Me he llevado el de Marujita para Halloween.

Vuelvo a casa y busco en el armario: tengo el de madre abnegada, el de compañera solidaria y el de amiga que escucha sin juzgar (éste último está el pobretico pa que lo remienden). Ni hablar, que esos me los coloco todos los días. Encuentro el disfraz de bebedora de vodka hecho un gurruño en el fondo de un cajón; ahí está, olvidado y abandonado por culpa del mal carácter de mi colon, que es muy irritable. Salgo de nuevo a ver si encuentro uno de Mónica Belluci y por lo menos le doy una alegría a mi marido, que el pobre no levanta cabeza con el Efesé, pero sólo encuentro el de español que aguanta el chaparrón sin rechistar y el del español que aguanta el chaparrón y rechista a través del Facebook. Paso.

Sigo sin encontrar nada. ¿Y si me hago uno a medida? Puedo llamar a Sastrerías Cornejo. O mejor, al doctor Monereo, que Fernández de La Vega parece encantada habitando su nueva piel… no; con la suerte que tengo seguro que hoy Monereo no está y lo sustituye Antonio Banderas como cirujano. Y ya tenemos lío.

Total, que hoy termina el Carnaval y no me he disfrazado. Peor suerte han tenido aquellos a los que les han colocado el disfraz de parado: a ver si pueden quitárselo de una vez y mañana se ponen el de siempre, el de levantarse con los ojos pegaícos de sueño para irse a trabajar. Ojalá. Y ojalá que esta noche el panorama queme su máscara de crisis en la hoguera de Don Carnal. Que la vida es un carnaval pero, a veces, las penas no se van cantando.

martes, 21 de febrero de 2012

Enamorados 2.0

PUBLICADO EL 14 DE FEBRERO DE 2012 EN LA VERDAD

Hoy es el día de los enamorados. Y no quiero ser agorera, pero a no ser que intervenga la Yakuza y deje sin dedos a Kiko Rivera, a Guti, a sus novias y a todos los famosos que se dedican a tuitear mensajes de amor, se nos avecina un cataclismo que nos va a dejar los móviles colapsados por un subidón de azúcar: nos amenazan cientos de “gracias por existir”, “TQ diosa”, “te amo mi reina”, corazones a tutiplén y citas de Paulo Coelho, muy socorridas cuando ya no les quedan emoticones con los que expresar tan puros sentimientos. Y se quedan tan anchos. Y tan enamorados.

El Twitter se ha convertido en la forma oficial de comunicar amores y desamores; a golpe de tecla exhiben sus parejas como joyas (algunas lo son de verdad, otras son más falsas que las tiaras de la boda de Farruquito) y anuncian noviazgos y rupturas a tal velocidad que a los de ¡HOLA! no les da tiempo a reponerse. Los enamorados 2.0 ya no se ocultan en un portal para besarse, y las cartas de amor que antes se escondían en un cajón bajo la ropa ahora se publican en 140 caracteres con faltas de ortografía: Pantoja ha dejado de registrar entre los calzoncillos de su hijo para saber cómo le va con Jessica Bueno, lo sigue en el Twitter bajo el nombre de @Yonosoy_tumadre y se entera de todo. Los avances tecnológicos también llegan a Cantora.

El amor del famoseo ha pasado del papel couché a la Instagram en un plis, o en un tuit. Son amores ilustrados porque la felicidad no es completa si no se puede mostrar al mundo: imágenes de los novios en Roma, las Barbados o París (a punto he estado yo de subir las mías paseando mi amor por Lo Pollo), celebrando los cumpleaños o tatuándose en pareja, como Guti y Romina, que han subido una foto donde muestran el tatuaje que se han hecho con las huellas de su perrita. Sí, han leído bien: con las huellas de su perrita, que menos mal que a Guti no le ha dado por los elefantes. Si eso no es una prueba de amor, que venga Dios y lo vea. Yo intentaré que el que no lo vea sea mi marido, que como me pida que me tatúe las huellas del hámster, ya tenemos lío.

martes, 14 de febrero de 2012

Cuentos de Hadas

PUBLICADO EN LA VERDAD EL 07-01-2012

Confusión: la semana pasada me llegaron a tutiplén retuits de la Mercedes Benz Fashion Week, y en lugar de encontrarme con comentarios 2.0 de Paco Costas sobre nuevos modelos de coches, me encuentro con “Entra en acción el azul celeste en pantalones de terciopelo para hombre”. ¡Josú mil veces! ¿Paco Costas se ha dado una segunda oportunidad? No, son los desfiles de la Pasarela Cibeles, que ha cambiado este año su nombre por el de su principal patrocinador. Esta historia de ponerle a todo el nombre de los que sueltan la pasta me desconcierta; acabaré pidiendo un chambi de mantecao en el Teatro Häagen-Dazs. Aunque ahora que lo pienso: ¿si me cambio el apellido por Porcelanosa me alicatarán el cuarto de baño por la patilla? Derechica al Registro Civil que voy.

Pague quien pague la fiesta, la moda sigue siendo un cuento de hadas donde hay brujas malvadas (¿o es que la Wintour tiene cara de otra cosa?), príncipes (¡ay, Kortajarena!) y Blancanieves. Dice la modeli Frida Gustavsson que cuando te pones un vestido de alta costura, te sientes bella. Como si ella necesitara sentirse bella cuando ya lo es; eso tenemos que hacerlo las que no lo somos: ponerse un vestido de alta costura al menos una vez en la vida debería ser un derecho constitucional, como subir a un escenario a cantar con los Rolling, marcar un gol con tu equipo o besar a Hugh Jackman. Sentirse cisne por un momento.

Finalmente me trago los desfiles de la Mercedes Benz Fashion Week de este año, pero a los cinco minutos el cuento de hadas y el rollo aspiracional se me van a hacer puñetas viendo todo lo que A) No me puedo poner, B) No puedo pagar, C) Ambas cosas (táchese lo que proceda). Y encima tengo que echar mano de mi diccionario modeli-español porque no sé lo que es un outfit, ni un fitting, ni unos jeggins, ni unos jogger: servidora se quedó en el jogging. Ignorante e ignorada, mientras todo el famoseo español asistía a los desfiles en primera fila (perdón, front-row, que eso sí que lo he aprendido), yo me he pasado este fin de semana siberiano cocinando tanto como si Arguiñano se hubiera metido media docena de Katovit, soñando junto al horno con modelos imposibles para momentos que nunca sucederán. Y engordando. Si sigue el frío acabaré desfilando en la Cocido con Pelotas Fashion Week.

P.D.: Siguiendo esta nueva tontuna de "Columnas Dedicadas", ésta va para el gran Hong Kong Blues, que sí que va a los desfiles el puñetero (y se cuela en las fiestas privadas), y la no menos grande Mery Bloodymary, que no va pero que se merece estar en primera fila.

lunes, 6 de febrero de 2012

Los muslos de Beyoncé

PUBLICADO EN LA VERDAD EL 31- 01- 2012

Leo: “Beyoncé se convierte en una asignatura de la universidad”. Ni me sorprendo: tras las tesis sobre Belén Esteban y Carmen Lomana ya me espero cualquier cosa, que la estulticia no conoce fronteras. Sigo leyendo y descubro que el Departamento de Estudios sobre la Mujer y Género de la Universidad de New Jersey va a impartir próximamente la asignatura "Politizando a Beyoncé". ¿Cuál será el plan de estudios?: “Beyoncé: ¿Son sus muslos de este mundo? Análisis morfológico”. O “Invertir a corto plazo: Beyoncé y la cuna de su hija de 20.000 dólares”. Pues no, la van a estudiar como “agente social de cambio”, comparándola con grandes figuras del feminismo afroamericano como Alice Walker. Eso sí me sorprende: si ahora resulta que la liberación de la mujer pasa por los videos de Beyoncé, la última del AS tiene que ser el colmo del feminismo posmoderno. Y yo sin enterarme. Definitivamente, estoy viejuna y demodé.

Levanto la mirada del periódico y contemplo a mis amigas: han ido a la universidad, se han enamorado de petardos, se han enamorado de buenos tipos, se han casado, han parido, han adoptado, algunas se han divorciado (porque el buen tipo al final era un petardo), han mandado a sus hijos a la guardería con cuatro meses para poder incorporarse a su trabajo, han acabado renunciando a él porque tras ser madres las han ninguneando laboralmente, se han quedado en paro o, las que siguen trabajando, han comprobado que se tienen que dejar todos los días la piel en el pellejo, que diría Sofía Mazagatos (otra gran figura del feminismo a estudiar en New Jersey). Mis amigas han sido y son el sostén de sus pequeñas o grandes familias y, a veces, también el mío. Comen (y beben como cosacos cuando no están en plena operación bikini), rezan (poco, la mayoría) y aman (muchísimo). Y alguna que otra noche se ponen los tacones, salen a bailar y acaban cantando “All the single ladies” muertas de la risa. Y miran los muslos de Beyoncé con admiración (yo, que soy un bicho, los miro con envidia y una lupa buscando una sombra de celulitis que me confirme que las dos pertenecemos a la misma especie). Ellas son los verdaderos agentes sociales del cambio, pero ninguna ha sido objeto de estudio por parte de una universidad. Posiblemente porque no tienen los muslos de Beyoncé. Ni falta que les hace.