miércoles, 27 de febrero de 2013

Autoayuda


PUBLICADO EL 26 DE FEBRERO DE 2013

Hay que ser feliz. Es casi un imperativo legal o, más bien, editorial: eche un vistazo en cualquier librería (si es que queda alguna) y comprobará que hay recetas para todo. Pero cuando se compre el libro hágase también con un látigo, que lo necesitará para flagelarse al ver que usted tiene la culpa de que su vida sea un cagarro por no ser emprendedor, por no salir a la calle todos los días con una sonrisa, por no transformar una crisis en una oportunidad, por no aprender de sus errores y por dejar que otros se coman su queso. Usted es culpable de no ser feliz. Y si tras leer el libro sigue sin serlo es que, además, es usted tonto perdío.

Aquí los únicos listos son los que convierten la autoayuda en un negocio, incluso cuando son pacientes: la mismísima Sarah Ferguson, caída en desgracia tras reconocer que había aceptado sobornos para conseguir citas con el príncipe Andrés, ha recurrido a un gurú televisivo. Eso sí, lo ha dejado grabado y bien grabado en la serie “Buscando a Sarah Ferguson”, que no es incompatible sanear las cuentas mientras se busca la felicidad. “Dentro de poco Urdangarín hará uno”, dice mi santo. Sí, en cuanto se lo proponga la productora de Ana Rosa, que ya veo a Iñaki, lloroso, contándole a Bernabé Tierno lo difícil que es ser marido de una infanta.

Marichalar, en cambio, no creo que haga ninguno, que Marichalar es más de los míos, de superar las depresiones quemando la tarjeta en las rebajas, que cada uno tiene su gurú y el nuestro es Karl Lagerfeld. Y si eso tampoco funciona, echo mano del pensamiento del maestro Yoda, pero me acuerdo de Jordi Pujol y me entra la risa, que ya leo con acento catalán lo de “Cuando el camino inseguro es, mejor esperar debemos”. Aunque, como dice Wyoming, “Jordi Pujol no se parece a Yoda sino a Darth Vader. Todo el dinero de sus hijos procede del lado oscuro”. Y es que los mejores libros de autoayuda son los de contabilidad: miren a Bárcenas, que ha escrito un bestseller y le ha dado hasta para irse a esquiar a Canadá. Por eso, en vez de comprarme “El monje que vendió su Ferrari”, voy a esperar a que el ex de Ana Mato escriba “El político que se compró un Jaguar”. Ése sí que me lo leo.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Regeneración


PUBLICADO EL 19 DE FEBRERO DE 2013 EN LA VERDAD

Sábado por la noche con niño enfermo. Podría ser el título de una novela de Delibes, pero no, es la cruda realidad, por lo que en lugar de tragarme un vodka con tónica en un garito me trago “La Sexta Noche” en casa. Y me encuentro en ese programa, conducido por un presentador tan vital y dicharachero que parece que está en una Tele Tienda, a las nuevas caras de la política española: junto a Beatriz Talegón, de gira mundial, está Borja Sémper, Presidente del PP de Guipúzcoa. Sí, nuevas caras pero viejas pintas: Talegón vestida de perrofláutica aseada y Sémper de niño pijo de San Sebastián. El verdadero cambio sería que Talegón hubiera salido con mechas rubias y blusa azul pastel de cuello bebé y Sémper con un pañuelo de gasa arrugada y una camiseta con agujeros hechos por las pavas de los canutos, pasándose ambos los estereotipos, los éticos y los estéticos, por el arco del triunfo. Y entonces sí que hubiera creído en que vienen nuevos tiempos de regeneración para la política española.

Tienen que aprender de la Bordiú, que regenera novios, maridos y suelo pélvico en tiempo récord. Al final la nietísima va a ser reina, como quería su abuelísimo, porque ha sustituido al Marqués de los Sobaos por el Rey de la Chatarra. Menos mal que viene la Bordiú a alegrarnos la vida con su divorcio, que está el panorama rosa de un soser que pa qué, y ya ha salido José Campos de telonero en ¡HOLA! contando sus cuernos, calentando al respetable mientras esperamos a que salga la estrella, Lady Gagá, en alguno de esos reportajes enormes, que parecen una adaptación cuché de los libros de Teo: “Carmen entre los gorilas de Uganda”, “Carmen en el Ártico”, “Carmen en las Antípodas”… Ahora vendrá “Carmen en el desguace”, posando con un mono de mecánico de Jean Paul Gaultier sobre un montón de coches desarmados, todo muy rollo chic-trash. Y venga a regenerarse. Otro símbolo de regeneración sería que Talegón saliera en ¡HOLA! con joyas de Suárez y fotografiada por el marido de Nieves Álvarez, pero si el otro día le montaron la que le montaron durante la manifestación, entonces ya a la pobre la apedrean. Y es que, como dice Manuel Jabois, “El problema de reprocharle a la gente los hoteles y los coches es que te condenas al metro”. Y al Hostal Royal Manzanares.   

miércoles, 13 de febrero de 2013

Orientación laboral


PUBLICADO EL 12 DE FEBRERO DE 2013 EN LA VERDAD

Mi amiga N., periodista en paro, acude al SEF a su cita con la orientadora laboral. La señora le pide el DNI, mete los datos en el ordenador, le da a INTRO y se queda traspuesta: “¡¿Herrero?! ¡¿Tú has trabajado de herrero?!”. “No, señora, Herrero es mi apellido”. Como verán, aquí la única que necesita orientación laboral es la orientadora: no quiero ni pensar en qué hubiera pasado si mi amiga se llega a apellidar Braga Palomino. O Ponte Alegre, que también existe. Y así nos va la cosa.

Claro que, toda la culpa la tiene N. A quién se le ocurre estudiar Periodismo en vez de hacer caso a las palabras de Wert, el ministro que recomienda a los estudiantes de secundaria que se olviden de las carreras con poca salida profesional y se matriculen en las que les aseguren que no acabarán engrosando las listas del paro. Eso ya no te lo dice ni tu padre cuando le sueltas que vas a estudiar Bellas Artes, porque hasta él sabe que hoy, estudies lo que estudies, acabarás sentado frente a una orientadora desorientada. ¿Y cómo decides qué carrera tiene salida profesional, si algunas no sabes ni lo que son? ¿Qué es Nanociencia y Nanotecnología? ¿El estudio de los hobbits? ¿Y de verdad hace falta hacer un grado de Técnico Superior en Animación Turística para poner a los abuelos a hacer aquagym en la piscina del hotel? Si a las distribuidoras de Avon van a acabar pidiéndoles un título de Técnico Superior en Asesoría de Imagen Personal, a las del Tuppersex no me atrevo ni a pensarlo.

Yo también he ido esta mañana al SEF, que una tiene sus aspiraciones y no quiere estar toda la vida escribiendo chuminás. Me ha tenido que tocar la misma orientadora que a N., porque tras una exhaustiva entrevista me ha dicho que como lo único que sé hacer es pintarme la raya del ojo estupendamente, tengo mucho futuro en el campo de la estética, así que me ha apuntado a un curso de Depilación Mecánica y Técnicas Complementarias: lo que viene siendo hacer la cera, vamos. Y como me diga Wert que eso no tiene salida, le hago las ingles brasileñas. De paso he matriculado a mi santo en un Ciclo Formativo Superior en Poner Lavadoras. Está por el Tema 1: “Los calcetines no van solos al cuarto de las pilas”. A ver si aprueba.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Afíliate


PUBLICADO EL 5 DE FEBRERO DE 2013 EN LA VERDAD

Siguen las rebajas, pero sobre todo en mi cuenta corriente: salgo a hacer la compra, saco dinero, paso por el frutero, por el carnicero y por la farmacia y vuelvo con menos 60 céntimos, que le debo la baguette a la panadera. Y eso que no he ido a la pescadería; “La Audry” me dice la cachonda de la pescadera, porque me quedo contemplando los lenguados tan extasiada como Audrey Hepburn ante el escaparate de Tiffany.

Regreso a casa con un monedero vacío en el fondo de un bolso enorme, sin saber que aún queda lo mejor: han cascado el lavaplatos, la nevera y la plancha. Se han rebelado todos a la vez, sólo me queda que la tostadora se vuelva asesina y ya tengo la canción completa. Mientras veo como se descongelan los guisantes calculo por cuánto me va a salir la fiesta, que las mujeres seremos de Venus pero, por lo que cobran por desplazamiento, los técnicos de reparaciones son de Marte. Y de nuevo al cajero a sacar cuartos.

Por eso no me extraña que a Ana Mato no le diera la paga. Si no me llega a mí, cómo le va a llegar a ella, que nada más que en rayos UVA se gasta más que el PIB de Namibia: ser pija nunca ha sido barato. Pero mira tú por dónde la muchacha encontró una buena solución para llegar a fin de mes. Así que yo me he echado unas mechas, me he subido cuatro tonos el fondo de maquillaje y me he afiliado, que tengo la Comunión encima y mi chiquillo no va a ser menos que el de la Mato. Voy a pillar una finca para que los críos tengan espacio para desfogarse (a ver si Jesulín me alquila “Ambiciones”), y de paso contrato a Jesús Calleja para que les enseñe a subirse a los árboles, a Frank de la Jungla para que les muestre los animales y al Circo del Sol para que anime la cosa. Y que me diseñe la carpa Joaquín Torres, que si la ministra se gastó 1.822 euros en decoración, yo no voy a ser menos. Luego sólo es cuestión de retocarse las mechas y de aguantar con estoicismo los ladridos de los perroflautas, que no entienden de estas cosas porque son ateos perdíos y sus hijos no hacen la Comunión. Pero yo puedo con eso y con mucho más. Que yo, por mi hijo, Mato.