miércoles, 10 de abril de 2013

Daguerrotipos


PUBLICADO EN LA VERDAD EL 9 DE ABRIL DE 2013

Tarde de fotos antiguas. Repaso, miro y remiro, pero no encuentro fotos comprometedoras, porque ni me he fotografiado con narcos (que yo sepa) ni he salido en el Interviú, que hasta que no nazca un diseñador gráfico capaz de photoshopearme las lorzas sin que le de un calambre en la muñeca, servidora no se despelota.

Lo único comprometedor de las fotos viejas es la pinta que llevábamos. Nosotras, con hombreras a lo Super Bowl y las cejas más salvajes que el Mato Grosso; ellos, con cara de hombres a medio hacer. Y sí, todos lucían un pelucón que pa qué, pero ahora el pelo se les ha caído de la cabeza y se les ha quedado pegado en la espalda, en una suerte de autotransplante capilar en la zona equivocada. Sigo mirando y veo sonrisas en algunas imágenes, poses de interesante en otras, caras jóvenes en todas; veo lo que éramos y veo lo que somos y me da cosica. Lo mismo me pasa cuando echo un ojo a las antiguas fotos de Iñaki y Cristina en estos días urdangarines. Porque ahora no se hagan las listas, hermanas, que todas pensábamos lo buen mozo que era el muchacho y la suerte que había tenido Cristina, mucha más que Elena, dónde va a parar, que a Marichalar lo veíamos más como “personal shopper” que como marido: Marichalar era ideal para acompañarnos de compras a Loewe (sobre todo porque a mí las dependientas de las tiendas caras me miran con cara de estreñidas, en cambio a Jaime le hacen un chuminero cuando entra), pero Iñaki era perfecto para todo lo demás. Y mira tú por dónde ya no están ninguno de los dos en las fotos, ni tampoco Cristina, ni los niños, que si años atrás se necesitaba un gran angular para que cupieran todos los miembros de la familia real, hoy entran en una foto de carnet. Y esta vez la Reina no lo arregla ni con el Photoshop.

Pero la vida da muchas vueltas, no crean: fíjense lo malísimamente que lo pasó Isabel II en su famoso “annus horribilis”, y ahora baja de los cielos convertida en chica Bond. A este paso, al Rey lo hacen chico Almodóvar, que a surrealistas no nos gana nadie. Iñaki ya lo es; en su laberinto de pasiones particular va cantando “Urdanga, Urdanga, soy de Teherán”. O de Qatar, que lo mismo da. Y tan fresco.

2 comentarios:

Hong Kong Blues dijo...

¡Qué bien retrata la situación!
Yo a usted la veo muy bien, claro que no vi sus imágenes adolescentes.
Voy a ver si elimino algunos archivos y vuelvo :-)

Piticli em Palma D'or Ciudad de Vacaciones dijo...

jajajaja la visión foto real en tamaño fotomatón me ha encantado.