miércoles, 7 de mayo de 2014

Anduriña


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES, 6 DE MAYO DE 2014

Running is the new black. Que lo sepan. Y como yo soy moderna porque el mundo me ha hecho así, he intentado sumarme a esta masa de gente enlicrada que corre por la ciudad, que eso es lo last de lo last, lo más guay y lo más plus. Pero nada, no hay manera. Primero, porque la licra no es mi tejido. Segundo, porque no soy ni pronadora ni supinadora, que soy chiripitifláutica. Y, tercero, porque doy cuatro zancadas y me falta el resuello, el aire, la vida. Voy como un pollo sin cabeza pero con un enfisema pulmonar. Y miren que lo he intentado: he salido a correr pero, antes de doblar la esquina, ya estoy arrastrándome. Rendida, agotada, extenuada. Noto las miradas de superioridad de los runners que pasan por mi lado. Y me hundo en el más absoluto de los vacíos existenciales.

Eso, hasta ahora. Porque ha nacido el power walking. Lo que viene siendo el andar de toda la vida, pero más rápido y con el culo apretao, como si te persiguiera un jumeras en una noche cerrada. El power walking es el nuevo running. Ya vuelvo a estar en el mundo.

Así que me voy andar. Y paso a formar parte de ese selecto grupo de madres andariegas que han sido excluidas sin piedad de la órbita runner: unas caminan en grupo con rebeca de punto, riñonera y gafas de mariposa; otras se ponen para andar el mismo chándal que se colocan los domingos para hacer el arroz en el campo; algunas pasean tirando del perro, las mismas que creyeron en aquella promesa de sus hijos de “no te preocupes mamá, que nosotros lo sacamos”, y todavía está por llegar el día en que alguno de esos singuangos se levante temprano para pasear a Rocky. Yo camino sola, con un outfit rollo Helena Bonham Carter recién levantada después de asistir a una cata de vodkas, que hay mañanas en las que en vez de una walking power parezco una walking dead. Pero el caso es andar. Continuar. Seguir. A pesar del panorama. Y si los runners llegan antes que nosotros, que vayan poniendo unas birras al fresco: después de este camino tan largo que estamos recorriendo, nos las merecemos. Aunque, con estos tenis, no sé si voy a alcanzar la meta, que llevo unos Yumas de cuando el Naranjito. Y así no se puede.

NOTA: Cuando el "power walking" sea disciplina olímpica, allá que iré. Cortesía de @covanechi




No hay comentarios: