miércoles, 19 de noviembre de 2014

Tebeos


PUBLICADO EL MARTES 18 DE NOVIEMBRE DE 2014 EN LA VERDAD

Uno de los días más felices de mi vida fue hace siete años, cuando Ibáñez me firmó un “Mortadelo”. Y otro de los días más felices de mi vida fue ayer, cuando el heredero cogió el tebeo, lo leyó y comenzó a reírse con la risa clara y luminosa de los críos: “En vez de Estados Unidos dice Estados Juntitos”, y nos descogurciamos los dos, él satisfecho por haber comprendido el juego de palabras; yo contenta porque mi hijo había encontrado una fuente de alegría inagotable.

Leí mucho, muchísimo, a Ibáñez, y también a Vázquez, a Escobar y a Jan. Cuando estaba pachucha, y para alegrarme aquellas mañanas eternas sin televisión matinal, mi madre me traía un “Don Miki” o un “Lily” (con poster de Víctor Manuel en el interior; endevés el ciclón sexual). Después llegaron los franceses con Astérix, los belgas con Tomás el Gafe y Spirou, y los americanos con la Marvel, que la transición a la adolescencia la hice pegándole dos caladas a un cigarrillo mamao, dándole un trago a una cerveza chuperreteada y creyéndome una superheroína. Seguí creciendo, bebiendo y fumado, y descubrí en “El Jueves” que se puede tener mala leche y buen lápiz. Ahora me quedo con los dibujantes de los periódicos y de las revistas, tipos capaces de sintetizar en media cuartilla lo que ha sucedido durante el día, a veces hasta con más acierto que la disección más sesuda que se pueda hacer en un artículo a doble página. Y, entre todos ellos, tengo predilección por Puebla. Por su dibujo precioso, limpio y definido, y por su certero análisis de la actualidad. Por su coherencia personal y profesional. Por arrancarme muchas carcajadas y alguna que otra reflexión. Y, sobre todo, porque a pesar de ser un genio, sigue siendo un buen tipo.

Puebla presentó su libro “Si no fuera por estos raticos” en el Club Siglo XXI, con asistentes de postín y las Segrelles de madrinas (no sabe él lo que me ha costado morderme la tecla para no escribir una columna al respecto sobre pelucas cardadas y cejas selváticas), y esta tarde lo presenta en Cartagena. El libro, prologado por Emilio Aragón y diseñado por Pilar Lorente, es una delicia que, encima, me va a solucionar la mitad de los regalos de Navidad. Si le queréis, venirse. Y comprad el libro. Vacío de política y lleno de risas. Un chollo en los tiempos que corren, oigan.

Puebla, ayer, presentando "SI NO FUERA POR ESTOS RATICOS"


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