PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 27 DE ENERO DE 2015
Hay veces que lo ponen tan fácil que da hasta cosica. Sabíamos que si
colocaban al frente de la campaña del PP a Floriano, el hombre con complejo de guiri
despellejao porque le “falta piel”, y a Casado, el atrevido que afirma que la
mayoría de los jóvenes españoles son del PP pero aún no lo saben, íbamos a
tener juerga para rato. Pero el spot de Rajoy yendo puerta por puerta para
darnos las gracias a los españoles ha superado cualquier expectativa: ni el
sketch del detergente Gabriel le llega a la suela de los zapatos. Adiós, Martes
y Trece. Hola, Floriano y Casado.
Sólo le ha faltado a Floriano haber mandado al presidente casa por
casa con un maletín llenetico de tintes para el pelo y maquinillas para la
barba, y así aprovechar para sacarse un sobresueldo, que Rajoy convertido en
distribuidora Avon nunca se hubiera sentido mejor. Pero hay aún mucho macho que
vive en el Pleistoceno cosmético y para el que el colmo de la metrosexualidad
es ducharse en Varon Dandy, que lo demás es de manfloritas, por lo que mejor le
irá a Rajoy vendiendo enciclopedias, teléfonos móviles, toallas de Portugal, manteles
de Lagartera o tupperwares. O montando un encuentro de Tuppersex, que Mariano, con
un conejito rampante en la mano, tiene una foto. Y las de FEMEN, votándole en
bloque. Apunta, Floriano.
Pero, con maletín o sin él, al menos Rajoy llama al timbre; si nos
mandan a Aznar, patada en la puerta y tentetieso. A los hechos me remito: “Moisés
abronca a su pueblo”, tituló Lucía Méndez la intervención del ex en la
convención del PP. No sé si Aznar vendrá a reñirnos uno por uno, pero Pedro
Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y todos, toditos, todos, vendrán a
vendernos humo, o motos, o peines para calvos en la más pura dialéctica de Ramonet,
aquel que logró colocar
el acueducto de Segovia con el hueco de los arcos y la sombra que
proporcionaban de regalo.
Nos espera una temporada hipohuracanada
que ni les cuento. Intentarán colarse por la puerta, por la ventana, por el
buzón, por la tele, por la radio, por la chimenea. Yo voy a ir asegurando todas
las entradas de la casa, que esto va a ser peor que el Katrina. Y si Rajoy me
quiere dar las gracias, no hace falta que venga. Que me mande un jamón.
2 comentarios:
Dios mío, de lo que uno se libra por no tener tele y sí conciencia.
La adoro.
Me encanta eso de no tener tele y sí conciencia. Gran frase, aunque servidora sea adicta a la televisión. Besos mil.
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