miércoles, 25 de noviembre de 2015

SENADORA LOMANA


PUBLICADA EN LA VERDAD EL MARTES 24 DE NOVIEMBRE DE 2015

Estoy alucinada, perpleja, apocalíptica y desintegrada: a las alturas de campaña que estamos y aún no me ha llamado nadie para que me presente a las elecciones. Ya ven: yo, que podría utilizar este púlpito todos los martes para lanzar un mitin, que tengo mucho Word y tengo mucho Perfect, y nada, ninguneadita perdida por el politiqueo patrio.

Más perplejo aún tiene que estar Juan Carlos Monedero. A Monedero, que siempre le traiciona la razón y le domina el corazón, ahora también le han traicionado sus mayores: su padre y Carmen Lomana se presentan por VOX, uno como diputado y la otra como senadora. Tú al Congreso y yo al Senado es el nuevo tú a Boston y yo a California. Monedero tiene que estar malamente: si que VOX te levante a tu padre tiene delito, que se quede también con tu nueva mejor amiga ya es para pellizcarse los testículos a dos manos. Pero Lomana, que no pierde comba, sabe que ahora viste más ir de candidata por un partido que estar en el front row de Chanel. Lo sabe Lomana y lo saben los jueces, las socialités, los ex militares y los actores que ya han fichado por diferentes partidos. A un tris estamos de que Belén Esteban, después de afirmar que le daría mucha pena que Barcelona fuese independiente (por lo visto que se independicen Tarragona, Gerona y Lérida le da igual), sea propuesta como candidata. O que Karmele Marchante, que se declara independentista, izquierdista, feminista y todo lo que acabe en “ista” (menos lista), de un paso al frente envuelta en la estelada y se presente por Tortosa.

En estos tiempos confusos, la farándula se politiza y los políticos se enfarandulan: Rivera sale tanto en la tele que la junta directiva de Ciudadanos Valladolid ha dimitido, entre otras cosas, por la “reiterada aparición de Albert Rivera en los medios de comunicación”. Y eso que fue antes de que saliera en el programa de la Campos para arañar votos entre los abuelos, los mismos que se han quedado sin viaje del Imserso y que han arruinado las galas de Rosa Benito, la artista antes conocida como la cuñada de Rocío Jurado. El caso es que aquí estoy yo, tan fina, tan mona, tan intelectuala y sin un mal escaño que llevarme a la boca. Seguro que se lo ofrecen antes a Rosa Benito. Al tiempo. 

viernes, 20 de noviembre de 2015

REBELDE SIN CAUSA


Yo no soy rebelde porque el mundo no me hizo así, que me hizo anarco burguesa celulítica. Con estas caderas de paridora y estos muslos como columnas jónicas no podía hacerme de otra forma, que la rebeldía es más de muchachas andróginas con melena lacia, cuello largo y pecho escaso. La rebeldía, como estética, sólo favorece a las delgadas.

Pero, de vez en cuando, hasta a las morenas rotundas nos sale la insurrecta que llevamos dentro. El miércoles no compré el ¡HOLA! No vi la boda de Eva González, la única miss venida a más, y Cayetano Rivera, el torero venido a menos. Vale, no vi la boda en esa revista; la cotilleé en otra que tenía más a mano, que mi rebelión siempre ha sido de sofá. Pero no comprar el ¡HOLA! para no participar en la exclusiva de una boda protagonizada por guapas vestidas con alevosía y ensañamiento, toreros encantados de conocerse y sevillanía rancia pagada a precio de oro fue mi pequeño acto de rebeldía.

El acto de rebeldía de los parisinos ha sido salir a la calle. Salieron noqueados, tristísimos, asustados, sí, pero salieron. Con tanta calma como con la que  abandonaron el estadio de fútbol cantando “La Marsellesa”, que no es preciosamente una canción de paz, sino de libertad con ira; la misma con la que muchos franceses recibieron la versión a ritmo de reggae y de calada de petardo que hizo del himno Serge Gainsbourg, hombre, marido y padre rebelde y de  rebeldes, más francés que el croissant y listo como el hambre: en un concierto en Estrasburgo donde aparecieron legionarios sin cabra pero cabreados por la interpretación del francés, Gainsbourg se puso a cantar a capela la versión oficial del himno y se los metió en el bolsillo.

Yo también canto “La Marsellesa”, pero no por Gainsbourg, sino por “Casablanca”. Y lloro. Y llamo a los ciudadanos a las armas en un francés de Chiquito de la Calzada. Porque hasta las de cadera ancha tenemos derecho a rebelarnos contra la barbarie. Porque además de cantar himnos, cambiarnos el perfil de Facebook y colgar fotos de vacaciones en París, se nos debería ocurrir algo más. “Saber lo que es justo y no hacerlo es la peor de las cobardías”, decía Confucio. Y ya saben que Confucio, según una aspirante a Miss Panamá, “fue uno de los que inventó la confusión”. Seguro que a esta también le paga la exclusiva el ¡HOLA! 

miércoles, 11 de noviembre de 2015

ESTÁNDARES


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 10 DE NOVIEMBRE DE 2015

Mis amigas, tan bonicas ella, tan profesoras y tan ilusas, se piensan que soy periodista de verdad: “Escribe sobre el desastre de la LOMCE”, me dicen. Y me cuentan que es un caos, que no tienen tiempo para preparar las clases porque se pasan las horas muertas evaluando y catalogando a los chavales, que en un mes tiene que poner las notas y aún no ha salido la orden de evaluación definitiva, que los estándares a valorar son un despropósito porque no son medibles ni observables. Un ejemplo: “¿Hace un uso adecuado de las tecnologías de la información y la comunicación como recurso de ocio?” Literal. Cuando descubran a un maestro emboscado tras el sofá, no se asusten: estará evaluando si su hijo utiliza el ordenador para jugar al “Minecraft” o para buscar dónde está el Teide. Pero que los profesores pierdan el tiempo puntuando si el estudiante sabe hacerse el moco hasta trepanarse el cerebro le importa poco al ministro que montó el pollo. A Wert se le podría aplicar el estándar “¿Vive como un marqués en París después de cargarse el sistema de educación pública?”. Con un sueldazo de 10.000 euros, un puestazo en la OCDE y un pisazo en el mejor barrio de la capital francesa, servicio y chófer, seguro que ese criterio de evaluación lo supera con nota.

Menos mal que a servidora no le pilló la LOMCE. Y a Campanario, tampoco: bastante tuvo la mujer de Jesulín con que la echaran de la Universidad Europea de Madrid tras ser condenada por falsedad y estafa, “cuando hasta a los presos se les concede el derecho de estudiar”, denuncia. Le ha faltado decir que la han tratado peor que al Lute, que se hizo abogado estando en prisión. Pero María José vuelve de Oporto y posa para ¡HOLA! bajo el descogurciante titular “Doctora Campanario”, con el diploma de Medicina Dentaria colgado en la pared, el Mac abierto, una bata rosa chicle y unos estilismos de Laura Vecino que dan angustia en los ojos, que por mucho que su suegra Naty Abascal intente meterla en la revista como quien se mete unos Louboutin con calzador, la chiquilla no levanta cabeza. Lo mejor de que Campanario sea dentista es que en “Ambiciones” ya no se tienen que arrancar los dientes a golpes. Los mismos que mis amigas tienen ganas de darle a Wert por el desastre que ha hecho. 

miércoles, 4 de noviembre de 2015

LA ORGÍA


PUBLICADO EN LA VERDAD EL MARTES 3 DE NOVIEMBRE DE 2015

Jackie Kennedy decía que el sexo no es bueno porque te destroza la ropa. Y aunque es cierto que no es lo mismo cargarte un vestido de Oleg Cassini que una camiseta de Zara, una siempre se ha considerado más liberal que la primera dama en estos temas de cintura para abajo. Pero ha llegado el día aciago en que me he dado cuenta de que lo mío es de boquilla, de que soy una ameba que se reproduce por fisión binaria, de que mucho lalarala pero poco lelerele.

La culpa de que me sienta como Santa Teresita de Lisieux la tiene Chelo García Cortés: después de dejarnos traspuestos tras contar aquella noche de amor con Bárbara Rey, la periodista se ha revelado como una abanderada de la revolución sexual de los setenta al dar detalles acerca de una orgía en la que participaron la periodista, la vedette y tres personas más. Pero, por si fuera poco, Chelo ha rematado la jugada confesando un trío con Bárbara Rey y con Parada. Con Parada sí. El de “Cine de Barrio”, sí. El del tinte imposible, sí. El que rechupeteaba cigalas y bebía champán a morro en el barco con Marujita Díaz mientras ésta enseñaba el kiwi, sí. El del pianista, sí (aunque no consta que el pianista participara en la orgía). Hay que estar muy liberada sexualmente para hacer un trío con Parada. Personalmente, prefiero morir virgen. Y Bárbara, negándolo todo: seguro que a la totanera no le hubiera importado admitir un trío con David Bowie y Mick Jagger, que se lo montaban con Amanda Lear y con quien hiciera falta, pero un rollo con Parada y García Cortés no lo reconoce ni el toro que mató a Manolete.

Pero la orgía de Chelo se queda corta al lado de la que se va a montar el 20 diciembre, que si el pacharán hace extraños compañeros de cama, la política ni les cuento. El triple empate pronosticado por las últimas encuestas apunta a que se van a intercambiar más votos que fluidos. Y por mucho que Rajoy se siga declarando monógamo (sólo gobernará si el PP es la fuerza más votada, dice), sabe que se aproxima el fin del bipartidismo. Que en la cama ya no habrá dos, sino tres. Veremos a ver quién se levanta con quién el día después de las elecciones. 


Así era Parada en los 70. No hay más preguntas, señoría.
(Foto gentileza de @covanechi)