miércoles, 2 de marzo de 2016

INVESTIDURA

PUBLICADO EN LA VERDAD EL 1 DE MARZO DE 2016

Estoy mucho mejor vestida que desnuda: si hay que poner las cosas en su sitio, una bragafaja y un sostén constituyen un andamiaje oculto más sofisticado que la estructura de un edificio de Norman Foster; si no, un coso por encima y chimpún, que una buena capa todo lo tapa. Pero es que investida estoy aún mejor que vestida, que es conferirte un cargo importante y sentarte la ropa estupendamente. La ropa y lo que no es la ropa: Soraya Sáenz de Santamaría se arregló la paleta rota en cuanto saltó al terreno de juego, a Bono le salió un tupé de la noche a la mañana que ni con el crecepelo del Doctor Rosado, y Zaplana se operó la nariz por aquello del desvío del tabique nasal, un defecto que sólo tienen los que pueden pagarse una rinoplastia. A todos les favorece el poder menos a Pablo Iglesias que, a decir de Josie el estilista, se puso el smoking en los Goya y parecía un camarero del Costa Concordia.

Por eso Pedro Sánchez tiene ganas de ser investido Presidente, para deshacerse de su pinta de dependiente de planta de caballeros del Corte Inglés y convertirse en un hombre de estado, bien planchao y bien digno. Él se ve al lado de Felipe VI como un reflejo de Adolfo Suárez junto a Juan Carlos I: jóvenes, altos, buenos mozos, con esa guapura clasicona que les gusta a las abuelas, con hechuras para echarse un país a las espaldas. “¿Por qué la elección de Suárez?”, le preguntó José Luis de Vilallonga al Rey. “Porque era joven, moderno y suficientemente ambicioso como para desear ser el hombre capaz de afrontar los momentos que vivíamos”. Pedro se arroga esa descripción. Y se mola. Mogollón. Casi tanto como Albert Rivera. “El pacto de los guapos”, dicen de estos dos. “El Renacido” llama David Jiménez a Pedro Sánchez, dado por muerto antes de tiempo como el personaje de DiCaprio en la última película de González Iñárritu, “The Revenant”. Lo de “El Revenío” se ha quedado ya para Mariano Rajoy, que se le ha puesto una cara del Fary comiendo limones que pa qué. Si Bukowski afirmaba que “Es increíble lo que un hombre tiene que llegar a hacer sólo para poder comer, dormir y vestirse”, para investirse ni les cuento. Lo que sea. Total, para luego quedarte en pelotas en el Congreso. Invísteme despacio que tengo prisa.

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